BRUSELAS – El contraste entre el silencio de las calles y plazas de Europa y la realidad tumultuosa y dolorosa de muchos de sus hospitales es descorazonador. La COVID-19 se ha apoderado no solo de Europa, sino de toda la comunidad mundial. Es claro ya que la pandemia va a remodelar nuestro mundo. Pero el modo exacto en que lo haga dependerá de las decisiones que tomemos ahora.
BRUSELAS – El contraste entre el silencio de las calles y plazas de Europa y la realidad tumultuosa y dolorosa de muchos de sus hospitales es descorazonador. La COVID-19 se ha apoderado no solo de Europa, sino de toda la comunidad mundial. Es claro ya que la pandemia va a remodelar nuestro mundo. Pero el modo exacto en que lo haga dependerá de las decisiones que tomemos ahora.