CAMBRIDGE – Diversos episodios ocurridos en los últimos años (entre ellos, las intrusiones electrónicas de Rusia para inclinar la elección presidencial de 2016 en los Estados Unidos en favor de Donald Trump, los ciberataques anónimos que en 2015 afectaron el sistema eléctrico de Ucrania y el virus “Stuxnet” que destruyó un millar de centrífugas iraníes) incrementaron el temor a la posibilidad de conflictos en el ciberespacio. En la Conferencia de Seguridad de Múnich celebrada el mes pasado, el ministro de asuntos exteriores holandés, Bert Koenders, anunció la formación de una nueva comisión global no gubernamental sobre la estabilidad del ciberespacio que complementará el trabajo del Grupo de Expertos Gubernamentales (GEG) de la ONU.
CAMBRIDGE – Diversos episodios ocurridos en los últimos años (entre ellos, las intrusiones electrónicas de Rusia para inclinar la elección presidencial de 2016 en los Estados Unidos en favor de Donald Trump, los ciberataques anónimos que en 2015 afectaron el sistema eléctrico de Ucrania y el virus “Stuxnet” que destruyó un millar de centrífugas iraníes) incrementaron el temor a la posibilidad de conflictos en el ciberespacio. En la Conferencia de Seguridad de Múnich celebrada el mes pasado, el ministro de asuntos exteriores holandés, Bert Koenders, anunció la formación de una nueva comisión global no gubernamental sobre la estabilidad del ciberespacio que complementará el trabajo del Grupo de Expertos Gubernamentales (GEG) de la ONU.