GINEBRA – Cuando Lehman Brothers se declaró en quiebra hace diez años, repentinamente se obscureció el tema de quién debía que a quien, quién no podía pagar sus deudas, y quién sería el próximo en caer en quiebra. El resultado fue que los mercados de crédito interbancarios se congelaron, Wall Street entró en pánico y muchas empresas quebraron, no sólo en Estados Unidos sino a lo largo y ancho del mundo. Mientras los políticos se esforzaban por responder a la crisis, los expertos en economía se preguntaban si la “Gran Moderación” que trajo consigo la baja volatilidad del ciclo económico desde la década de 1980 se estaba convirtiendo en otra Gran Depresión.
GINEBRA – Cuando Lehman Brothers se declaró en quiebra hace diez años, repentinamente se obscureció el tema de quién debía que a quien, quién no podía pagar sus deudas, y quién sería el próximo en caer en quiebra. El resultado fue que los mercados de crédito interbancarios se congelaron, Wall Street entró en pánico y muchas empresas quebraron, no sólo en Estados Unidos sino a lo largo y ancho del mundo. Mientras los políticos se esforzaban por responder a la crisis, los expertos en economía se preguntaban si la “Gran Moderación” que trajo consigo la baja volatilidad del ciclo económico desde la década de 1980 se estaba convirtiendo en otra Gran Depresión.