Un mes antes de que fuese reelegido, el Canciller Gerhard Schröder parecía un seguro perdedor. La gente resintió su incapacidad para mantener la promesa que hizo en 1998 acerca de reducir el desempleo. Ahora, con Schröder de vuelta en el poder, es la economía de Alemania la que parece ser una perdedora segura.
Un mes antes de que fuese reelegido, el Canciller Gerhard Schröder parecía un seguro perdedor. La gente resintió su incapacidad para mantener la promesa que hizo en 1998 acerca de reducir el desempleo. Ahora, con Schröder de vuelta en el poder, es la economía de Alemania la que parece ser una perdedora segura.