BERLÍN – A más de una década de la crisis financiera de 2008, la Unión Europea sigue políticamente estancada. Pero su fortalecimiento es necesario para que el proyecto de integración europea tenga éxito. De lo contrario, las fuerzas del nuevo nacionalismo continuarán su asalto a la democracia, al Estado de Derecho y a los otros valores que definen al bloque.
BERLÍN – A más de una década de la crisis financiera de 2008, la Unión Europea sigue políticamente estancada. Pero su fortalecimiento es necesario para que el proyecto de integración europea tenga éxito. De lo contrario, las fuerzas del nuevo nacionalismo continuarán su asalto a la democracia, al Estado de Derecho y a los otros valores que definen al bloque.