LONDRES – En vista de que, según los datos recientes, las exportaciones alemanas se redujeron en un 5,8 por ciento de julio a agosto y de que la producción industrial disminuyó en un cuatro por ciento, ha quedado claro que la insostenible expansión del país impulsada por el crédito se está acabando, pero es muy propio de los frugales alemanes no verlo así. Al fin y al cabo, la deuda de las empresas y los hogares alemanes lleva quince años bajando como porcentaje del PIB y ahora también la deuda pública sigue una vía descendente. “¿Qué expansión impulsada por el crédito?”, podrían preguntar.
LONDRES – En vista de que, según los datos recientes, las exportaciones alemanas se redujeron en un 5,8 por ciento de julio a agosto y de que la producción industrial disminuyó en un cuatro por ciento, ha quedado claro que la insostenible expansión del país impulsada por el crédito se está acabando, pero es muy propio de los frugales alemanes no verlo así. Al fin y al cabo, la deuda de las empresas y los hogares alemanes lleva quince años bajando como porcentaje del PIB y ahora también la deuda pública sigue una vía descendente. “¿Qué expansión impulsada por el crédito?”, podrían preguntar.