La época en que Europa podía confiar en EE.UU. para hacer la guerra, lograr la paz y crear la democracia en su propio patio trasero se acabó. Como lo demostró hace poco la crisis del gas ruso, con la ampliación de la UE el patio trasero ahora incluye no sólo a Ucrania, sino también a Georgia. De hecho, al igual que Ucrania, Georgia enfrenta una prueba a su democracia que Europa no se puede permitir ignorar.
La época en que Europa podía confiar en EE.UU. para hacer la guerra, lograr la paz y crear la democracia en su propio patio trasero se acabó. Como lo demostró hace poco la crisis del gas ruso, con la ampliación de la UE el patio trasero ahora incluye no sólo a Ucrania, sino también a Georgia. De hecho, al igual que Ucrania, Georgia enfrenta una prueba a su democracia que Europa no se puede permitir ignorar.