BERLÍN – Con la invasión militar y anexión de Crimea por parte de Rusia, y la subsiguiente guerra en el este de Ucrania, el presidente Vladimir Putin dejó perfectamente en claro que no tiene ninguna intención de respetar la inviolabilidad de las fronteras y la primacía de las normas legales internacionales. Es hora de que los europeos pongan fin a su ilusión de un orden continental determinado por el régimen de la ley. El mundo, desafortunadamente, no es así. Es mucho más difícil, y rige el poder.
BERLÍN – Con la invasión militar y anexión de Crimea por parte de Rusia, y la subsiguiente guerra en el este de Ucrania, el presidente Vladimir Putin dejó perfectamente en claro que no tiene ninguna intención de respetar la inviolabilidad de las fronteras y la primacía de las normas legales internacionales. Es hora de que los europeos pongan fin a su ilusión de un orden continental determinado por el régimen de la ley. El mundo, desafortunadamente, no es así. Es mucho más difícil, y rige el poder.