CAMBRIDGE – El cierre del año es un buen momento para considerar los riesgos que nos aguardan. Existen, por supuesto, riesgos económicos importantes entre los que se cuentan la fijación incorrecta de precios causada por una década de tasas de interés ultrabajas, los desplazamientos en la demanda provocados por el cambio en la estructura de la economía china y la persistente debilidad de las economías europeas. Pero los principales riesgos a largo plazo son geopolíticos y provienen de cuatro fuentes: Rusia, China, Oriente Medio y el ciberespacio.
CAMBRIDGE – El cierre del año es un buen momento para considerar los riesgos que nos aguardan. Existen, por supuesto, riesgos económicos importantes entre los que se cuentan la fijación incorrecta de precios causada por una década de tasas de interés ultrabajas, los desplazamientos en la demanda provocados por el cambio en la estructura de la economía china y la persistente debilidad de las economías europeas. Pero los principales riesgos a largo plazo son geopolíticos y provienen de cuatro fuentes: Rusia, China, Oriente Medio y el ciberespacio.