Todos los días en la Franja de Gaza se pone a prueba la disuasión estratégica –la inhibición de un ataque mediante el temor de un castigo respaldado por un poder militar superior. La espiral ascendente de la violencia entre Israel y los militantes de Gaza indica no sólo que la disuasión no está funcionando, sino también que su efectividad depende del respeto de normas fundamentales de moralidad.
Todos los días en la Franja de Gaza se pone a prueba la disuasión estratégica –la inhibición de un ataque mediante el temor de un castigo respaldado por un poder militar superior. La espiral ascendente de la violencia entre Israel y los militantes de Gaza indica no sólo que la disuasión no está funcionando, sino también que su efectividad depende del respeto de normas fundamentales de moralidad.