NUEVA YORK – La semana pasada, una rebelión populista alimentada por las redes sociales se apoderó de los mercados de capital. Los inversores minoristas compraron cantidades inmensas de acciones de compañías en problemas como GameStop, AMC y BlackBerry (entre otras). Querían ganar dinero. Pero, más que eso, querían castigar a las elites financieras, como los fondos de cobertura, que habían venido apostando al derrumbe de las compañías.
NUEVA YORK – La semana pasada, una rebelión populista alimentada por las redes sociales se apoderó de los mercados de capital. Los inversores minoristas compraron cantidades inmensas de acciones de compañías en problemas como GameStop, AMC y BlackBerry (entre otras). Querían ganar dinero. Pero, más que eso, querían castigar a las elites financieras, como los fondos de cobertura, que habían venido apostando al derrumbe de las compañías.