MEDELLÍN – O Freunde, nicht diese Töne! (¡Oh amigos, dejemos esos tonos!), proclamó el barítono en la conmovedora ejecución de la Novena Sinfonía de Beethoven para los líderes del G20 en Hamburgo, la noche del viernes pasado. La emocionante frase inicial del “Himno a la alegría”, el llamado de Beethoven a la hermandad universal, fue el mensaje perfecto para los líderes mundiales sentados en el palco de la sala de conciertos. Y la presidenta del G20, la canciller alemana Angela Merkel, se reveló como una notable intérprete del espíritu de Beethoven.
MEDELLÍN – O Freunde, nicht diese Töne! (¡Oh amigos, dejemos esos tonos!), proclamó el barítono en la conmovedora ejecución de la Novena Sinfonía de Beethoven para los líderes del G20 en Hamburgo, la noche del viernes pasado. La emocionante frase inicial del “Himno a la alegría”, el llamado de Beethoven a la hermandad universal, fue el mensaje perfecto para los líderes mundiales sentados en el palco de la sala de conciertos. Y la presidenta del G20, la canciller alemana Angela Merkel, se reveló como una notable intérprete del espíritu de Beethoven.