NUEVA YORK – Los últimos dos años dejaron en evidencia las injusticias estructurales que subyacen a la economía mundial. Mientras la pandemia de COVID‑19 arrojó a una cifra estimada de entre 88 y 115 millones de personas a la pobreza extrema, los milmillonarios del mundo vieron aumentar su patrimonio más de un 25%. Y mientras los países del Norte Global han comenzado a administrar vacunas de refuerzo, los del Sur Global todavía no consiguen ni siquiera las primeras dosis para sus poblaciones.
NUEVA YORK – Los últimos dos años dejaron en evidencia las injusticias estructurales que subyacen a la economía mundial. Mientras la pandemia de COVID‑19 arrojó a una cifra estimada de entre 88 y 115 millones de personas a la pobreza extrema, los milmillonarios del mundo vieron aumentar su patrimonio más de un 25%. Y mientras los países del Norte Global han comenzado a administrar vacunas de refuerzo, los del Sur Global todavía no consiguen ni siquiera las primeras dosis para sus poblaciones.