MOSCÚ – Vladimir Putin lo ha conseguido por fin. Rusia lleva siglos pugnando por lograr el aprecio de Occidente y la aprobación de los franceses, premio anhelado desde la época de Pedro el Grande, es la más codiciada, pero, pese a la derrota de Napoleón y a la alianza en la primera guerra mundial, Rusia nunca consiguió obtener respeto alguno de Francia. De hecho, las Cartas de Rusia del Marqués de Custine sugerían que la civilización rusa equivalía a poco más que mímica de monos.
MOSCÚ – Vladimir Putin lo ha conseguido por fin. Rusia lleva siglos pugnando por lograr el aprecio de Occidente y la aprobación de los franceses, premio anhelado desde la época de Pedro el Grande, es la más codiciada, pero, pese a la derrota de Napoleón y a la alianza en la primera guerra mundial, Rusia nunca consiguió obtener respeto alguno de Francia. De hecho, las Cartas de Rusia del Marqués de Custine sugerían que la civilización rusa equivalía a poco más que mímica de monos.