WASHINGTON, DC – El futuro del trabajo es un tema candente estos días. Ha inspirado una catarata aparentemente infinita de análisis, comentarios y conferencias, y fue uno de los asuntos prominentes que se abordaron en las reuniones anuales de la semana pasada del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Con buenas razones: las nuevas tecnologías -concretamente, la digitalización, la robótica y la inteligencia artificial- tienen implicancias de amplio alcance para el empleo. Pero, contrariamente a cómo se suele encuadrar la historia, un final feliz es posible.
WASHINGTON, DC – El futuro del trabajo es un tema candente estos días. Ha inspirado una catarata aparentemente infinita de análisis, comentarios y conferencias, y fue uno de los asuntos prominentes que se abordaron en las reuniones anuales de la semana pasada del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Con buenas razones: las nuevas tecnologías -concretamente, la digitalización, la robótica y la inteligencia artificial- tienen implicancias de amplio alcance para el empleo. Pero, contrariamente a cómo se suele encuadrar la historia, un final feliz es posible.