PARÍS -- ¿Será el fútbol un simple espejo que refleja las emociones colectivas de un país? ¿O se debería verlo, en cambio, como una lente de aumento, si no a veces un espejo deformante, que revela en el terreno de juego las frustraciones, los miedos, la ambición o la esperanza de una nación?
PARÍS -- ¿Será el fútbol un simple espejo que refleja las emociones colectivas de un país? ¿O se debería verlo, en cambio, como una lente de aumento, si no a veces un espejo deformante, que revela en el terreno de juego las frustraciones, los miedos, la ambición o la esperanza de una nación?