NUEVA YORK – Profesionales de la salud mental y otras figuras han intentado advertir a la opinión pública acerca de los peligros que plantea el presidente estadounidense Donald Trump desde que resultó electo. No pasa un día sin que dé muestras de narcisismo extremo, sadismo, falta de empatía y admiración por déspotas. Algunos preferirán pensar que sólo es un payaso egoísta, pero Trump es un peligro claro y real para el mundo, y hay que detenerlo antes de que provoque un desastre.
NUEVA YORK – Profesionales de la salud mental y otras figuras han intentado advertir a la opinión pública acerca de los peligros que plantea el presidente estadounidense Donald Trump desde que resultó electo. No pasa un día sin que dé muestras de narcisismo extremo, sadismo, falta de empatía y admiración por déspotas. Algunos preferirán pensar que sólo es un payaso egoísta, pero Trump es un peligro claro y real para el mundo, y hay que detenerlo antes de que provoque un desastre.