LONDRES – Este año estamos pagando las consecuencias de muchos errores. La pandemia del COVID-19 no fue un rayo azaroso que surgió de la nada, sino más bien un desastre “natural” provocado por el hombre, reflejo de nuestros malos hábitos y de nuestras prácticas peligrosas –y, por cierto, letales.
LONDRES – Este año estamos pagando las consecuencias de muchos errores. La pandemia del COVID-19 no fue un rayo azaroso que surgió de la nada, sino más bien un desastre “natural” provocado por el hombre, reflejo de nuestros malos hábitos y de nuestras prácticas peligrosas –y, por cierto, letales.