SANTA BÁRBARA – Como nubes de tormenta en el horizonte, las señales de una desaceleración económica global se acumulan ominosamente. En Estados Unidos, la hiperactividad generada por el gigantesco recorte impositivo de 2017 del presidente Donald Trump alcanzó un pico y hoy se está desvaneciendo rápidamente, sin producir el auge de inversiones prometido. En Europa, la farsa actual del Brexit amenaza con una disrupción económica severa, inclusive un caos, si el Reino Unido no puede sellar un acuerdo con la Unión Europea antes de retirarse del bloque a fines de octubre. Y, en China, el crecimiento claramente se está desacelerando.
SANTA BÁRBARA – Como nubes de tormenta en el horizonte, las señales de una desaceleración económica global se acumulan ominosamente. En Estados Unidos, la hiperactividad generada por el gigantesco recorte impositivo de 2017 del presidente Donald Trump alcanzó un pico y hoy se está desvaneciendo rápidamente, sin producir el auge de inversiones prometido. En Europa, la farsa actual del Brexit amenaza con una disrupción económica severa, inclusive un caos, si el Reino Unido no puede sellar un acuerdo con la Unión Europea antes de retirarse del bloque a fines de octubre. Y, en China, el crecimiento claramente se está desacelerando.