LONDRES – Hace un año, la pequeña Georgia intentó recuperar el control de su enclave secedido de Osetia del Sur. Los rusos expulsaron rápidamente al ejército georgiano, con la condena casi general de Occidente. Osetia del Sur, junto con Abjasia (con un población combinada de 300.000 personas) declaró prontamente su "independencia", creando dos nuevas soberanías ficticias, y adquiriendo en el proceso toda la parafernalia oficial de los estados: héroes nacionales, coloridos uniformes, himnos, banderas, puestos fronterizos, fuerzas militares, presidentes, parlamentos y, lo más importante, nuevas oportunidades para el contrabando y la corrupción.
LONDRES – Hace un año, la pequeña Georgia intentó recuperar el control de su enclave secedido de Osetia del Sur. Los rusos expulsaron rápidamente al ejército georgiano, con la condena casi general de Occidente. Osetia del Sur, junto con Abjasia (con un población combinada de 300.000 personas) declaró prontamente su "independencia", creando dos nuevas soberanías ficticias, y adquiriendo en el proceso toda la parafernalia oficial de los estados: héroes nacionales, coloridos uniformes, himnos, banderas, puestos fronterizos, fuerzas militares, presidentes, parlamentos y, lo más importante, nuevas oportunidades para el contrabando y la corrupción.