NEW HAVEN – Por muchos años no fui entusiasta de las políticas de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Pese al gran aprecio personal que le tengo a mi primer empleador, y el reconocimiento de todo lo que me dio en cuanto a entrenamiento profesional y estímulo intelectual el hecho de trabajar allí, la Fed había perdido el rumbo. De burbuja en burbuja, de crisis en crisis, se fueron acumulando razones convincentes para cuestionar la custodia de la economía estadounidense por parte de la Fed.
NEW HAVEN – Por muchos años no fui entusiasta de las políticas de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Pese al gran aprecio personal que le tengo a mi primer empleador, y el reconocimiento de todo lo que me dio en cuanto a entrenamiento profesional y estímulo intelectual el hecho de trabajar allí, la Fed había perdido el rumbo. De burbuja en burbuja, de crisis en crisis, se fueron acumulando razones convincentes para cuestionar la custodia de la economía estadounidense por parte de la Fed.