CAMBRIDGE – Nada describe mejor la actual política comunicacional de la Reserva Federal de Estados Unidos que el viejo adagio de que un camello es un caballo diseñado por un comité. Distintos miembros del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC) de la Fed han calificado la decisión de mantener inalteradas las tasas como “un tema que depende de los datos”, lo cual suena útil hasta que uno se da cuenta de que todos parecen tener una idea diferente al respecto, hasta el punto que “depender de los datos” acaba por significar “el instinto personal de cada uno”.
CAMBRIDGE – Nada describe mejor la actual política comunicacional de la Reserva Federal de Estados Unidos que el viejo adagio de que un camello es un caballo diseñado por un comité. Distintos miembros del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC) de la Fed han calificado la decisión de mantener inalteradas las tasas como “un tema que depende de los datos”, lo cual suena útil hasta que uno se da cuenta de que todos parecen tener una idea diferente al respecto, hasta el punto que “depender de los datos” acaba por significar “el instinto personal de cada uno”.