LONDRES – Después de la debacle de Afganistán, algunos sostienen que las fuerzas occidentales podrían haber tenido éxito si solo hubieran salido del búnker e interactuado más con los grupos locales. Otros arguyen que, sin los hábitos cívicos y la cultura de cooperación indispensables para que un Estado funcione, todos los esfuerzos dirigidos a construir una nación en lugares como Afganistán están destinados al fracaso. Las dos posturas son engañosas, si no erróneas.
LONDRES – Después de la debacle de Afganistán, algunos sostienen que las fuerzas occidentales podrían haber tenido éxito si solo hubieran salido del búnker e interactuado más con los grupos locales. Otros arguyen que, sin los hábitos cívicos y la cultura de cooperación indispensables para que un Estado funcione, todos los esfuerzos dirigidos a construir una nación en lugares como Afganistán están destinados al fracaso. Las dos posturas son engañosas, si no erróneas.