Muchos directores de bancos centrales son como el típico general que se prepara para la última guerra. Sin embargo, a diferencia de las estrategias militares que miran hacia atrás, una política monetaria deficiente produce inevitablemente daños, y no solamente riesgos preocupantes.
Muchos directores de bancos centrales son como el típico general que se prepara para la última guerra. Sin embargo, a diferencia de las estrategias militares que miran hacia atrás, una política monetaria deficiente produce inevitablemente daños, y no solamente riesgos preocupantes.