LONDRES – El 20.º aniversario del euro, que se cumple este año, es buen momento para reflexionar sobre la solidez de la unión monetaria europea. El recuerdo de la última crisis, que comenzó en Estados Unidos en 2008, todavía está fresco en las mentes de los europeos: la eurozona sufrió más que Estados Unidos, y algunos de sus estados miembros fueron mucho más afectados que otros. En un momento en que la eurozona muestra otra vez signos de desaceleración significativa, es importante comprender qué pasó la última vez. ¿Aprendimos algo en los primeros veinte años del euro que nos ayude a combatir otra recesión?
LONDRES – El 20.º aniversario del euro, que se cumple este año, es buen momento para reflexionar sobre la solidez de la unión monetaria europea. El recuerdo de la última crisis, que comenzó en Estados Unidos en 2008, todavía está fresco en las mentes de los europeos: la eurozona sufrió más que Estados Unidos, y algunos de sus estados miembros fueron mucho más afectados que otros. En un momento en que la eurozona muestra otra vez signos de desaceleración significativa, es importante comprender qué pasó la última vez. ¿Aprendimos algo en los primeros veinte años del euro que nos ayude a combatir otra recesión?