JERUSALÉN – “Europa es aburrida, gracias a Dios, para ustedes y para nosotros”, me dijo mi interlocutor. “Hoy, el drama tiene lugar en Oriente Próximo, el crecimiento en Asia, la esperanza en África y la proximidad con Estados Unidos en América Latina. Europa no es ningún lugar: se convirtió en el continente perdido.”
JERUSALÉN – “Europa es aburrida, gracias a Dios, para ustedes y para nosotros”, me dijo mi interlocutor. “Hoy, el drama tiene lugar en Oriente Próximo, el crecimiento en Asia, la esperanza en África y la proximidad con Estados Unidos en América Latina. Europa no es ningún lugar: se convirtió en el continente perdido.”