Para los europeos es tentador proyectar su propia historia a Asia y ver los acontecimientos que suceden ahí como una simple repetición, si no es que una imitación, de lo que ocurrió en Europa. De hecho, los propios asiáticos fomentan esa tentación con los intentos abiertos de la Asociación de Estados del Sureste Asiático por parecerse cada vez más a la Unión Europea.
Para los europeos es tentador proyectar su propia historia a Asia y ver los acontecimientos que suceden ahí como una simple repetición, si no es que una imitación, de lo que ocurrió en Europa. De hecho, los propios asiáticos fomentan esa tentación con los intentos abiertos de la Asociación de Estados del Sureste Asiático por parecerse cada vez más a la Unión Europea.