MANNHEIM – La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) recientemente sancionada en Estados Unidos, que incluye cientos de miles de millones de dólares en subsidios federales para tecnologías verdes y energías renovables, marca un giro muy esperado en la política climática norteamericana. Pero si bien la decisión de Estados Unidos de sumarse a la lucha global contra el cambio climático ha sido bien recibida en la Unión Europea, algunos líderes han expresado preocupación de que el proyecto de ley se centre demasiado en la producción doméstica y que pueda discriminar contra empresas radicadas en la UE.
MANNHEIM – La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) recientemente sancionada en Estados Unidos, que incluye cientos de miles de millones de dólares en subsidios federales para tecnologías verdes y energías renovables, marca un giro muy esperado en la política climática norteamericana. Pero si bien la decisión de Estados Unidos de sumarse a la lucha global contra el cambio climático ha sido bien recibida en la Unión Europea, algunos líderes han expresado preocupación de que el proyecto de ley se centre demasiado en la producción doméstica y que pueda discriminar contra empresas radicadas en la UE.