BERLÍN – Europa y sus gobiernos nacionales están disfrutando su nueva capacidad para actuar – y con razón. ¿Quién se habría atrevido a predecir hace apenas unas semanas que al final serían los divididos europeos y no los Estados Unidos quienes decidirían la manera de contener la crisis financiera mundial?
BERLÍN – Europa y sus gobiernos nacionales están disfrutando su nueva capacidad para actuar – y con razón. ¿Quién se habría atrevido a predecir hace apenas unas semanas que al final serían los divididos europeos y no los Estados Unidos quienes decidirían la manera de contener la crisis financiera mundial?