PARÍS – La Unión Europea enfrenta en este momento dos grandes desafíos: lograr la transición verde y ejercer liderazgo económico. Ambos son de naturaleza existencial. Así como la transición verde es vital para proteger el planeta del que depende nuestra supervivencia, el liderazgo económico es esencial para preservar el modelo democrático, respetuoso del medioambiente y basado en el mercado que sostiene nuestro modo de vida. Hay una forma de estar a la altura de ambos desafíos: el uso geopolítico de la economía o «arte de gobernar económico».
PARÍS – La Unión Europea enfrenta en este momento dos grandes desafíos: lograr la transición verde y ejercer liderazgo económico. Ambos son de naturaleza existencial. Así como la transición verde es vital para proteger el planeta del que depende nuestra supervivencia, el liderazgo económico es esencial para preservar el modelo democrático, respetuoso del medioambiente y basado en el mercado que sostiene nuestro modo de vida. Hay una forma de estar a la altura de ambos desafíos: el uso geopolítico de la economía o «arte de gobernar económico».