BERLÍN – Antes de la cumbre del G7 de este mes en Biarritz (Francia), todos se preguntaban quién sería más disruptivo: el presidente estadounidense Donald Trump o el primer ministro británico Boris Johnson. Pero el participante con más impacto fue alguien que ni siquiera estaba previsto que estuviera allí: el ministro iraní de asuntos exteriores Javad Zarif.
BERLÍN – Antes de la cumbre del G7 de este mes en Biarritz (Francia), todos se preguntaban quién sería más disruptivo: el presidente estadounidense Donald Trump o el primer ministro británico Boris Johnson. Pero el participante con más impacto fue alguien que ni siquiera estaba previsto que estuviera allí: el ministro iraní de asuntos exteriores Javad Zarif.