FRÁNCFORT – El sueño tan anhelado de una Europa sin fronteras, que se volvió realidad a mediados de los años 1990, se está evaporando rápidamente. Italia está bloqueando una decisión de la Unión Europea de sobornar a Turquía para que impida que los refugiados crucen a Grecia en su camino hacia Alemania, Suecia u otros países del norte de Europa. En respuesta, el ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, reclamó solidaridad y advirtió que, de no contar con ella, los guardias fronterizos pronto podrían regresar a sus puestos, empezando por la frontera germano-austríaca.
FRÁNCFORT – El sueño tan anhelado de una Europa sin fronteras, que se volvió realidad a mediados de los años 1990, se está evaporando rápidamente. Italia está bloqueando una decisión de la Unión Europea de sobornar a Turquía para que impida que los refugiados crucen a Grecia en su camino hacia Alemania, Suecia u otros países del norte de Europa. En respuesta, el ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, reclamó solidaridad y advirtió que, de no contar con ella, los guardias fronterizos pronto podrían regresar a sus puestos, empezando por la frontera germano-austríaca.