BERLÍN – El año todavía es joven, pero su significación histórica ya está clara. Al menos en lo que respecta a Occidente, los sucesos que se aproximan en los meses venideros tendrán un impacto abrumador y decisivo sobre el futuro. El momento de la verdad vendrá el 3 de noviembre de 2020, cuando los estadounidenses elijan a su próximo presidente.
BERLÍN – El año todavía es joven, pero su significación histórica ya está clara. Al menos en lo que respecta a Occidente, los sucesos que se aproximan en los meses venideros tendrán un impacto abrumador y decisivo sobre el futuro. El momento de la verdad vendrá el 3 de noviembre de 2020, cuando los estadounidenses elijan a su próximo presidente.