MADRID – Desde la invasión no provocada de Rusia a Ucrania en febrero, los frenéticos esfuerzos de la Unión Europea para adaptar sus mercados energéticos e infraestructura a las nuevas realidades geopolíticas han ocupado los medios y los círculos políticos. Cada día trae consigo una plétora de comentarios y discusiones sobre los dilemas a los que se enfrenta Europa. Pero, tras casi diez meses, la UE sigue muy lejos de formular una política energética coherente. La reunión extraordinaria del Consejo de Energía de la UE que ha tenido lugar este lunes es un caso paradigmático: los ministros de energía de los Estados miembrono se ponían de acuerdo sobre la imposición de un tope común al precio del gas y acordaron seguir discutiendo… ¿hasta cuándo?
MADRID – Desde la invasión no provocada de Rusia a Ucrania en febrero, los frenéticos esfuerzos de la Unión Europea para adaptar sus mercados energéticos e infraestructura a las nuevas realidades geopolíticas han ocupado los medios y los círculos políticos. Cada día trae consigo una plétora de comentarios y discusiones sobre los dilemas a los que se enfrenta Europa. Pero, tras casi diez meses, la UE sigue muy lejos de formular una política energética coherente. La reunión extraordinaria del Consejo de Energía de la UE que ha tenido lugar este lunes es un caso paradigmático: los ministros de energía de los Estados miembro no se ponían de acuerdo sobre la imposición de un tope común al precio del gas y acordaron seguir discutiendo… ¿hasta cuándo?