LONDRES – Antes parecía que las decisiones más importantes que afectan a Europa se tomaban en París, Berlín o Bruselas. Pero estos últimos meses, mientras la Unión Europea confrontaba la crisis de los refugiados (y el conflicto en Siria que lo alimenta), Moscú y Ankara pasaron a primer plano. Y la UE está dividida en torno a cómo tratar con estos dos vecinos descontentos, Rusia y Turquía, que se sienten cada vez más ninguneados por Occidente.
LONDRES – Antes parecía que las decisiones más importantes que afectan a Europa se tomaban en París, Berlín o Bruselas. Pero estos últimos meses, mientras la Unión Europea confrontaba la crisis de los refugiados (y el conflicto en Siria que lo alimenta), Moscú y Ankara pasaron a primer plano. Y la UE está dividida en torno a cómo tratar con estos dos vecinos descontentos, Rusia y Turquía, que se sienten cada vez más ninguneados por Occidente.