NUEVA YORK – Después de arduas negociaciones entre los gobiernos de los estados miembro el mes pasado, los líderes de la Unión Europea están celebrando su acuerdo por un paquete de rescate de 750.000 millones de euros (886.000 millones de dólares) para los países de la UE más afectados por la crisis del COVID-19. Pero es demasiado pronto para descorchar el champán. El plan para el fondo de recuperación “Nueva Generación UE” tiene dos puntos débiles importantes que no sólo lo tornarán ineficaz sino también una amenaza para la propia existencia de la eurozona.
NUEVA YORK – Después de arduas negociaciones entre los gobiernos de los estados miembro el mes pasado, los líderes de la Unión Europea están celebrando su acuerdo por un paquete de rescate de 750.000 millones de euros (886.000 millones de dólares) para los países de la UE más afectados por la crisis del COVID-19. Pero es demasiado pronto para descorchar el champán. El plan para el fondo de recuperación “Nueva Generación UE” tiene dos puntos débiles importantes que no sólo lo tornarán ineficaz sino también una amenaza para la propia existencia de la eurozona.