MILÁN – Octubre ya ha traído consigo un cambio significativo en el sistema mundial de comercio: por primera vez, una gran potencia comercial estableció un impuesto a la importación de carbono. Debido a que utilizar la palabra “impuesto” (o “arancel”) hubiera sido incómodo, la Unión Europea optó por el apelativo “Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono”(MAFC). Pero un impuesto es lo que significa la palabra, y su justificación económica es sencilla.
MILÁN – Octubre ya ha traído consigo un cambio significativo en el sistema mundial de comercio: por primera vez, una gran potencia comercial estableció un impuesto a la importación de carbono. Debido a que utilizar la palabra “impuesto” (o “arancel”) hubiera sido incómodo, la Unión Europea optó por el apelativo “Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono”(MAFC). Pero un impuesto es lo que significa la palabra, y su justificación económica es sencilla.