BRUSELAS – Hace unos meses parecía que la pandemia COVID-19, en conjunción con la crisis económica y financiera que ha causado, podía causar la ruptura de la Unión Europea. Los Estados miembros habían cerrado sus fronteras nacionales y habían rechazado toda coordinación, y algunos incluso habían detenido la exportación de equipos médicos que urgentemente necesitaban importar sus socios de la UE. Hoy, sin embargo, se han reabierto las fronteras interiores de la UE, el equipo médico se desplaza libremente, y los países miembros han acordado medidas sin precedentes para hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia. ¿A qué se debe este notable cambio de rumbo?
BRUSELAS – Hace unos meses parecía que la pandemia COVID-19, en conjunción con la crisis económica y financiera que ha causado, podía causar la ruptura de la Unión Europea. Los Estados miembros habían cerrado sus fronteras nacionales y habían rechazado toda coordinación, y algunos incluso habían detenido la exportación de equipos médicos que urgentemente necesitaban importar sus socios de la UE. Hoy, sin embargo, se han reabierto las fronteras interiores de la UE, el equipo médico se desplaza libremente, y los países miembros han acordado medidas sin precedentes para hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia. ¿A qué se debe este notable cambio de rumbo?