NUEVA DELHI – Setenta y un años después de la partición de la India, y 47 años después de que lo que antes era Pakistán Oriental se convirtiera en Bangladesh, uno de los legados de la caótica división del subcontinente vuelve a cernirse sobre el país. La crisis que se desarrolla en relación con la publicación, en el estado indio de Assam, de un “registro nacional de ciudadanos” (NRC, por la sigla en inglés) pone en duda la ciudadanía (y el futuro) de unos cuatro millones de personas y amenaza con debilitar la paz en la región.
NUEVA DELHI – Setenta y un años después de la partición de la India, y 47 años después de que lo que antes era Pakistán Oriental se convirtiera en Bangladesh, uno de los legados de la caótica división del subcontinente vuelve a cernirse sobre el país. La crisis que se desarrolla en relación con la publicación, en el estado indio de Assam, de un “registro nacional de ciudadanos” (NRC, por la sigla en inglés) pone en duda la ciudadanía (y el futuro) de unos cuatro millones de personas y amenaza con debilitar la paz en la región.