LIUBLIANA – El avance ético produce una forma benéfica de dogmatismo. Una sociedad normal y sana no discute sobre la aceptabilidad de la violación y la tortura, porque la gente, en forma «dogmática», acepta que son inadmisibles. Asimismo, una sociedad cuyos dirigentes hablan de «violación legítima» (como en cierta ocasión hizo un excongresista republicano en los Estados Unidos) o de casos en que la tortura es tolerable es una sociedad que exhibe señales claras de decadencia ética, en la que actos que antes eran inimaginables pueden volverse posibles en muy poco tiempo.
LIUBLIANA – El avance ético produce una forma benéfica de dogmatismo. Una sociedad normal y sana no discute sobre la aceptabilidad de la violación y la tortura, porque la gente, en forma «dogmática», acepta que son inadmisibles. Asimismo, una sociedad cuyos dirigentes hablan de «violación legítima» (como en cierta ocasión hizo un excongresista republicano en los Estados Unidos) o de casos en que la tortura es tolerable es una sociedad que exhibe señales claras de decadencia ética, en la que actos que antes eran inimaginables pueden volverse posibles en muy poco tiempo.