LONDRES – Hace una década, diez países se unieron a la Unión Europea. Hoy todo el mundo reconoce que Chipre, la República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia son países europeos plenamente integrados. Las extraordinarias transiciones políticas que puso en marcha la caída del Muro de Berlín en 1989, junto con el largo y minucioso proceso de adhesión a la UE que le siguió, produjeron esta nueva normalidad, libre en lo esencial de las distorsiones políticas y económicas de la Guerra Fría.
LONDRES – Hace una década, diez países se unieron a la Unión Europea. Hoy todo el mundo reconoce que Chipre, la República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia son países europeos plenamente integrados. Las extraordinarias transiciones políticas que puso en marcha la caída del Muro de Berlín en 1989, junto con el largo y minucioso proceso de adhesión a la UE que le siguió, produjeron esta nueva normalidad, libre en lo esencial de las distorsiones políticas y económicas de la Guerra Fría.