EL CAIRO – En las últimas semanas renunciaron varios miembros de la Alianza Financiera de Glasgow para las Emisiones Netas Nulas (Glasgow Financial Alliance on Net Zero, GFANZ) —un grupo de 450 instituciones financieras— porque los preocupaba el costo de cumplir sus compromisos climáticos. Con su salida, desmintieron la noción de que las instituciones financieras privadas pueden liderar la transición hacia una economía neutra en sus emisiones de carbono. Lo que realmente hace falta para la transición son Estados más ambiciosos, que den forma a los mercados en vez de limitarse a solucionar sus errores.
EL CAIRO – En las últimas semanas renunciaron varios miembros de la Alianza Financiera de Glasgow para las Emisiones Netas Nulas (Glasgow Financial Alliance on Net Zero, GFANZ) —un grupo de 450 instituciones financieras— porque los preocupaba el costo de cumplir sus compromisos climáticos. Con su salida, desmintieron la noción de que las instituciones financieras privadas pueden liderar la transición hacia una economía neutra en sus emisiones de carbono. Lo que realmente hace falta para la transición son Estados más ambiciosos, que den forma a los mercados en vez de limitarse a solucionar sus errores.