En la campaña electoral pre-presidencial de Francia, los asuntos europeos se mencionan o se murmuran, pero casi nunca se debaten. Francia está esencialmente preocupada por sus propios problemas, en especial el supuesto malfuncionamiento de su clase política y la aparente apatía de la población francesa, a la que se culpa de un débil crecimiento económico, especialmente cuando se lo compara con Estados Unidos. Francia necesita un debate sobre asuntos de la Unión Europea, pero sólo en la medida en que no se degenere -como suele suceder en Europa- en autoflagelación.
En la campaña electoral pre-presidencial de Francia, los asuntos europeos se mencionan o se murmuran, pero casi nunca se debaten. Francia está esencialmente preocupada por sus propios problemas, en especial el supuesto malfuncionamiento de su clase política y la aparente apatía de la población francesa, a la que se culpa de un débil crecimiento económico, especialmente cuando se lo compara con Estados Unidos. Francia necesita un debate sobre asuntos de la Unión Europea, pero sólo en la medida en que no se degenere -como suele suceder en Europa- en autoflagelación.