SALZBURGO – Mientras asimilaba la inmensidad de la octava sinfonía de Anton Bruckner durante el festival de Salzburgo —uno de los eventos más celebrados de la música clásica— de este año, volvía una y otra vez a la misma pregunta: ¿por qué la mayoría de la gente prefiere la música en vivo a las grabaciones?
SALZBURGO – Mientras asimilaba la inmensidad de la octava sinfonía de Anton Bruckner durante el festival de Salzburgo —uno de los eventos más celebrados de la música clásica— de este año, volvía una y otra vez a la misma pregunta: ¿por qué la mayoría de la gente prefiere la música en vivo a las grabaciones?