NUEVA YORK – Este otoño, a miles de estudiantes universitarios se les enseñará un mito como si fuera una realidad. Es un mito que ha contribuido a avivar guerras y puede impedir la búsqueda de soluciones para los mayores problemas del mundo. Aunque el origen de ese mito no está claro, la ciencia ha demostrado su falsedad y un planeta mundializado lo ha vuelto anacrónico. Me refiero al Estado-nación.
NUEVA YORK – Este otoño, a miles de estudiantes universitarios se les enseñará un mito como si fuera una realidad. Es un mito que ha contribuido a avivar guerras y puede impedir la búsqueda de soluciones para los mayores problemas del mundo. Aunque el origen de ese mito no está claro, la ciencia ha demostrado su falsedad y un planeta mundializado lo ha vuelto anacrónico. Me refiero al Estado-nación.