LONDRES – Los bancos centrales en los mercados emergentes han experimentado una revolución silenciosa durante la pandemia del COVID-19. A diferencia de crisis pasadas, han podido imitar lo que los bancos centrales en las economías avanzadas han venido implementando: políticas contracíclicas con alivio cuantitativo (QE por su sigla en inglés), compras de activos en moneda local, recortes de las tasas de interés y monetización de los déficits gubernamentales.
LONDRES – Los bancos centrales en los mercados emergentes han experimentado una revolución silenciosa durante la pandemia del COVID-19. A diferencia de crisis pasadas, han podido imitar lo que los bancos centrales en las economías avanzadas han venido implementando: políticas contracíclicas con alivio cuantitativo (QE por su sigla en inglés), compras de activos en moneda local, recortes de las tasas de interés y monetización de los déficits gubernamentales.