Venezuela está sumida en un peligroso punto muerto. El Presidente Hugo Chávez se aferra al poder, a pesar de los obvios fracasos de su gobierno: un grave deterioro económico y una peligrosa polarización política. La oposición, manchada por su torpe golpe de estado de abril de 2002, ahora intenta sacar a Chávez del cargo mediante una costosa huelga general.
Venezuela está sumida en un peligroso punto muerto. El Presidente Hugo Chávez se aferra al poder, a pesar de los obvios fracasos de su gobierno: un grave deterioro económico y una peligrosa polarización política. La oposición, manchada por su torpe golpe de estado de abril de 2002, ahora intenta sacar a Chávez del cargo mediante una costosa huelga general.