NUEVA DELHI – La humanidad enfrenta actualmente varias crisis existenciales interrelacionadas. Las consecuencias catastróficas del cambio climático, la degradación ecológica y la pérdida de biodiversidad tienen efectos colaterales que se van acumulando sobre la salud y el bienestar humanos. Como quedó en claro con la pandemia de la COVID-19, los daños al ecosistema pueden intensificar significativamente las emergencias de salud pública, pero los científicos están confirmando cada vez más que la restauración ecológica —mediante la reversión de las amenazas al suelo, la biodiversidad, el agua y otros servicios de los ecosistemas— puede generar grandes beneficios para la salud.
NUEVA DELHI – La humanidad enfrenta actualmente varias crisis existenciales interrelacionadas. Las consecuencias catastróficas del cambio climático, la degradación ecológica y la pérdida de biodiversidad tienen efectos colaterales que se van acumulando sobre la salud y el bienestar humanos. Como quedó en claro con la pandemia de la COVID-19, los daños al ecosistema pueden intensificar significativamente las emergencias de salud pública, pero los científicos están confirmando cada vez más que la restauración ecológica —mediante la reversión de las amenazas al suelo, la biodiversidad, el agua y otros servicios de los ecosistemas— puede generar grandes beneficios para la salud.