NUEVA YORK – Una vez más los Estados Unidos tendrán un gobierno dividido en el que los demócratas controlan la Casa Blanca, y los republicanos son mayoría en las dos cámaras del Congreso. Sin embargo, esto no quiere decir necesariamente que los dos últimos años de la presidencia de Barack Obama tengan que estar marcados por la paralización y las recriminaciones mutuas.
NUEVA YORK – Una vez más los Estados Unidos tendrán un gobierno dividido en el que los demócratas controlan la Casa Blanca, y los republicanos son mayoría en las dos cámaras del Congreso. Sin embargo, esto no quiere decir necesariamente que los dos últimos años de la presidencia de Barack Obama tengan que estar marcados por la paralización y las recriminaciones mutuas.