Casi todos los días nos enteramos de otro avaricioso ejecutivo corporativo en jefe de Estados Unidos (EEUU) que conspira con contadores, abogados y banqueros de inversión para defraudar al público inversionista. Pero más allá de los escándalos, el público debería estar más al tanto de la naturaleza errática de los mercados financieros actuales. Las tasas de cambio y los precios del mercado accionario se desvían enormemente de los valores fundamentales a largo plazo, lo que puede causar quebrantos mayúsculos en la economía real de los trabajos, la producción y la inversión. Pero aún así, los analistas financieros que discuten acerca de tales tendencias en los medios no han sido capaces de valorarlas de forma realista.
Casi todos los días nos enteramos de otro avaricioso ejecutivo corporativo en jefe de Estados Unidos (EEUU) que conspira con contadores, abogados y banqueros de inversión para defraudar al público inversionista. Pero más allá de los escándalos, el público debería estar más al tanto de la naturaleza errática de los mercados financieros actuales. Las tasas de cambio y los precios del mercado accionario se desvían enormemente de los valores fundamentales a largo plazo, lo que puede causar quebrantos mayúsculos en la economía real de los trabajos, la producción y la inversión. Pero aún así, los analistas financieros que discuten acerca de tales tendencias en los medios no han sido capaces de valorarlas de forma realista.